Medidas para abordar los riesgos psicosociales en la era digital

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La digitalización ha transformado profundamente los entornos laborales. Desde la automatización de procesos hasta el trabajo remoto; la revolución digital ha traído consigo avances notables en productividad, eficiencia y conectividad. Sin embargo, esta misma evolución también ha dado lugar a nuevos desafíos para las empresas, especialmente en el ámbito de los riesgos psicosociales. La hiperconectividad, la intensificación del trabajo, la vigilancia digital y la incertidumbre laboral son solo algunos de los factores que afectan la salud mental de los trabajadores. En este contexto, abordar los riesgos psicosociales en la era digital no es una opción, sino una necesidad estratégica para garantizar organizaciones sostenibles y centradas en el bienestar de las personas. A continuación, se exploran medidas fundamentales para prevenir, mitigar y gestionar estos riesgos, alineadas con las mejores prácticas y marcos normativos internacionales.

¿Qué son los riesgos psicosociales en la era digital?

Los riesgos psicosociales se refieren a aquellas condiciones del trabajo, organización, relaciones laborales o contexto que pueden afectar negativamente la salud mental y física del trabajador. En la era digital, estos riesgos se amplifican o mutan debido al uso intensivo de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, las plataformas colaborativas o los sistemas de monitoreo en línea.
Entre los principales riesgos destacan:

• Tecnoestrés y tecnofatiga.
• Sensación de vigilancia o control constante.
• Pérdida de autonomía y empoderamiento.
• Aislamiento social (especialmente en modalidades de teletrabajo).
• Dificultades para desconectar digitalmente.
• Miedo al reemplazo por automatización o IA.

Organismos como la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han advertido sobre la urgencia de gestionar este nuevo tipo de carga psicosocial. Para ello, se hace necesario implementar acciones como:

1. Evaluación integral de los riesgos psicosociales digitales: Toda estrategia preventiva debe comenzar con un diagnóstico riguroso. Esto implica:• Mapeo de tecnologías utilizadas en la empresa, identificando su impacto en la carga de trabajo, los horarios y la toma de decisiones.
• Aplicación de encuestas psicosociales, como la batería de instrumentos para la evaluación de factores de riesgo psicosocial, adaptadas al contexto digital.
• Entrevistas y grupos focales con trabajadores y líderes para evaluar percepciones sobre control, apoyo, estrés y autonomía.
La evaluación debe ser continua, no solo al implementar una tecnología, sino durante toda su vida útil, dada su evolución constante (EU-OSHA. 2023. Digitalisation and occupational safety and health: An EU perspective).

2. Fomento de la desconexión digital: Uno de los efectos más nocivos de la digitalización es la erosión de los límites entre la vida laboral y personal. Para contrarrestarlo, las organizaciones deben:
• Establecer políticas de desconexión digital y laboral que regulen correos fuera del horario, reuniones virtuales y disponibilidad en apps de mensajería.
• Implementar horarios protegidos donde los empleados no estén obligados a responder mensajes o asistir a llamadas.
• Fomentar una cultura del respeto al tiempo libre, comenzando desde la alta dirección.
Países como Francia y España ya han incorporado esta figura en su legislación laboral (OIT. 2021. Las implicaciones del trabajo a distancia en el tiempo de trabajo. Ginebra: Organización Internacional del Trabajo).

3. Fortalecimiento del liderazgo saludable: Los líderes y directos de las empresas son figuras clave en la prevención del malestar psicosocial. En entornos digitales, su rol debe ir más allá de lo técnico, para incluir:
• Formación en liderazgo emocional, escucha activa y empatía digital.
• Desarrollo de habilidades para detectar signos de agotamiento o aislamiento en trabajadores remotos.
• Acompañamiento a sus equipos en el uso saludable de las tecnologías.
Un liderazgo saludable puede mitigar la ansiedad generada por la incertidumbre tecnológica y reducir el tecnoestrés (OMS. 2022. Mental health at work: Policy brief. Organización Mundial de la Salud).

4. Servicios de apoyo psicosocial y promoción de la salud mental: Es esencial ofrecer canales seguros y confidenciales para que los empleados puedan expresar su malestar emocional. Las medidas incluyen:
• Acceso a servicios de asistencia psicológica, internos o tercerizados.
• Campañas de sensibilización sobre salud mental y uso saludable de tecnología.
• Programas de mindfulness, pausas activas digitales y técnicas de regulación emocional.

Además, promover entornos de trabajo inclusivos y empáticos contribuye al bienestar colectivo (Affor Health. 2023. La inteligencia artificial y los riesgos psicosociales en el trabajo).

Las empresas que brindan importancia al bienestar psicosocial en la digitalización estarán mejor preparadas para afrontar el futuro del trabajo de forma sostenible, humana y responsable.

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